Diario de bitácora de una reclamación. Sigo sin luz


Delegación Provincial de Sanidad, donde se encuentran las dependencias de Consumo de Guadalajara.

Por Marta Perruca

Diario de bitácora de una reclamación al Servicio de Atención al Cliente de Unión Fenosa y Naturgy. Día 13 desde que se activa el contrato y 26 desde que firmo el primer contrato con Naturgy. Sigo sin luz

Esta mañana he registrado la reclamación en Consumo a cerca de la situación que denunciaba ayer en este mismo espacio y la respuesta de Narturgy no se ha hecho esperar. Me ha llegado un correo electrónico del Departamento de Garantías. Todo muy personal, como podéis ver: Básicamente me dicen que el contador está activo, al igual que el contrato, por lo que me tengo que buscar las castañas o llamar a la distribuidora por si hubiera una incidencia en la corriente (ya os adelanto que no la hay) y me preguntan si estoy conforme con la solución… ¿Qué solución? Las castañas ya me las he buscado y he contratado los servicios de un profesional que me dice que todo está correcto en mi instalación.

Para colmo, ahora parece que cuando llamo a Unión Fenosa lo hago por capricho, porque claro, no tengo otra cosa que hacer que pasarme el día colgada del teléfono para escuchar la maravillosa voz de su contestador automático. Como si fuera normal que después de 26 días desde que solicitara el alta del contrato y 13 desde que comenzara a estar activo, esté todavía sin suministro en mi casa. Como si fuera lógico que la única persona que se ha puesto en contacto conmigo para decirme algo al respecto haya sido para derivar el problema a otro departamento y lavarse las manos.

Eso me ha dicho la señorita, esta vez Marga, también desde Galicia, supuestamente desde el servicio de averías de Udf, distribuidora de Naturgy: Que la incidencia estaba abierta,que la iba a reiterar y que me comunicarían mediante un correo electrónico cuando procedieran a su cierre, que es cuando dispondría de más información. Claro, como todas esas veces en las que he reclamado que no tenía luz y me han cerrado la incidencia con todos los informes y datos pormenorizados sobre el problema (Por si alguien no se ha dado cuenta, estoy intentando ser sarcástica).

Lo único que quiero es que venga el técnico y que me avise para que esté presente el profesional que he contratado y poder buscar una solución, porque hasta la fecha, nada tiene sentido. Que el contador esté activo, que los fusibles funcionen y que, sin embargo, no tenga luz en mi casa es de locos…

Parece que sé de lo que hablo, pero a dios pongo por testigo de que no tengo ni idea.

Desde la ignorancia en la que me encuentro, como todo hijo de vecino, entiendo que si yo contrato un servicio y pago por él: De buenas a primeas, 72,53 euros de derechos de extensión, es para que me den un servicio. Yo pago y tú me das el servicio, que además es un derecho básico, así de simple.

Lo que no es de recibo es que después de conseguir que por fin me activasen el contrato el 13 de abril, transcurridos 13 días, siga sin luz. Que no sirvan de nada todas las llamadas, todo el tiempo derrochado que se puede traducir en horas, que suman días de conversación telefónica, a veces con una máquina y otras con una persona que no tiene ni idea de qué diantres han hecho en mi instalación, ni cuenta con informe alguno de los técnicos, que me consta que han estado hurgando en mi contador, aunque sólo sea para poner un precinto y luego hacerlo una pelota y tirarlo al suelo.

Esta mañana, mi cuñado ha estado varias horas al auricular del teléfono y le han asegurado que intentarían por todos los medios que el problema se solucionara hoy. Nadie se ha puesto en contacto conmigo y, tras evidenciar una vez con absoluto astío y decepción que no hay atisbo de corriente en mi casa, vuelvo a llamar para saber qué diantres han hecho ellos, si es que han hecho algo y la señorita solo puede decirme que reitera la incidencia. Pues muy bien.

Con todo, llamo a la inmobiliaria que me vendió la casa y me asegura que hace apenas un puñado de meses había luz y yo ya no entiendo nada.

Y como decía, cada día que pasa soy más consciente de que no tengo ni idea, aunque a veces parezca que sé de lo que hablo. Y es que yo pensaba que contrataría el servicio de electricidad y, entonces, tendría luz en mi casa… Al menos eso es lo que me dijeron.

Día 13 desde la activación de mi contrato con Naturgy y sigo sin luz.

Una historia desesperada: Sigo sin luz…


Por Marta Perruca

Sigo sin luz…. Se ha convertido casi en un mantra. Después de escuchar la insufrible perorata de la voz del contestador, cuando por fin me dan los buenos días, las buenas tardes o las buenas noches -si es que no se corta la llamada- la señorita o el señorito de turno, a veces desde Galicia, otras, desde no sé dónde, lo único que puedo decir es que sigo sin luz.

He perdido la cuenta de las incidencias que he abierto en el Área Privada de UDF, la distribuidora de Naturgy, es decir, Unión Fenosa, y me han cerrado sin más explicación y sin solucionar el problema. Por más que he solicitado que el servicio técnico se pusiera en contacto conmigo, no ha servido de nada. Me cierran la incidencia sin argumentar nada y si te he visto -mejor dicho, oído, porque Unión Fenosa no tiene oficina presencial- no me acuerdo.

He requerido, incluso, de los servicios de un profesional contratado de manera particular que, después de inspeccionar el contador, ha comprobado que la instalación de puertas para adentro de mi casa está bien, pero no llega la corriente eléctrica, por lo que el problema tiene que venir del contador, pero no importa las veces que llame -entre dos y tres cada día- llore, amenace, suplique… el resultado final es que sigo sin luz y nadie me da una solución.

Casualidades del destino, el otro día me contaron que acaban de despedir a una conocida que llevaba toda la vida trabajando en atención al cliente de la Compañía. A ella y a todo el departamento, de muy malas maneras, con un burofax y sin más explicaciones. Al parecer, han cambiado esa atención personalizada de profesionales formados y con años de experiencia, por el insoportable contestador con el que estoy lidiando varias veces al día durante las últimas semanas.

En ese momento lo entendí todo: He estado hablando durante horas con personas que no tienen ni pajolera idea y que me han regalado los oídos todas las veces, fundamentalmente, para que les deje en paz.

No puedo más que estar indignada, porque las eléctricas, en estos precisos momentos, se están llenando los bolsillos a nuestra costa, cobrando a precio de oro, lo que ellos producen al de paja. Porque ahora que el precio de la energía alcanza máximos históricos, todos hemos aprendido que ello se debe a que en Europa el precio de la energía se calcula mediante un sistema marginalista que se decide diariamente en un pool eléctrico, donde van entrando los distintos tipos de energías, de las más baratas a las más caras, atendiendo a la demanda fijada para el día siguiente. La última energía en entrar para satisfacer esa demanda (la más cara) es la que determina el precio de todas. La dependencia del gas ruso ha hecho que los precios de este combustible se hayan disparado y por lo tanto, eleven los del resto de energías, como la hidráulica o la fotovoltaica, que resultan muy baratas de producir, aunque la mayoría de la energía que se consume venga de estas fuentes más económicas. Aun con todo esto, la eléctrica decide despedir a trabajadores para abaratar costes…

Es que me he comprado una casa… No es una cuestión de bulto, que lidiar con los bancos y conseguir una hipoteca también tiene su miga, aunque esto lo dejaremos para otro día, porque hoy toca hablar de los suministros.

Compré el collar antes, incluso, que el perro, por eso de que mujer previsora, vale por dos, y previamente a la firma de las escrituras y la hipoteca, empecé a hacer las gestiones necesarias para garantizar algo tan simple como presionar el interruptor y que se encendiera la luz. Es un gesto tan cotidiano y al que estamos tan acostumbrados que es lo último que me hubiera quitado el sueño cuando decidí comprar la casa.

Pues bien, cuando tu casa lleva más de tres años sin un contrato de electricidad tienes que pagar derechos de extensión, así por la cara: 72,53 euros -si usted, lector, pertenece al colectivo de necios que, como yo, decidió abandonar el maravilloso mundo del alquiler para hipotecarse, ya lo sabrá: Aquí cobra hasta el apuntador-. Tengo la factura aquí delante y es del 22 de marzo. Ese día ya estaban pagados los derechos de extensión, pero las gestiones empezaron como diez días antes.

Necesitas este trámite para formalizar el contrato de la luz y te avisan de que, una vez has hecho la trasferencia, tardan unos días en darte esos derechos, pero nadie me mandó un triste mensaje, ni un e-mail para comunicarme que ya estaba todo listo para dar el siguiente paso. Se me ocurre registrarme en el área de cliente de Unión Fenosa (UFD) y allí me encuentro con que la gestión ya está cerrada.

Justo un día después de firmar la hipoteca, contrato la luz y el gas por teléfono. Un chico muy simpático me hace la gestión y después de unos 20 minutos, tengo ambos servicios contratados. Ya era hora de que algo fuera fácil -pensé después de toda la carrera de incidencias que había superado para llegar a esa ansiada firma cuando, ingenua de mí, pensaba que ya había superado lo más difícil-. Pero, ya sabéis, la alegría dura muy poco en casa del pobre.

A partir de de ese momento no me he encontrado más que con sinsabores y una desagradable secuencia de explosiones en cadena que no han dejado de estallarme en la cara.

En una primera instancia, me dispongo a anular la solicitud del gas porque, por diversas circunstancias que no vienen a cuento, me decido por otro sistema de calefacción. El lunes, día 4 de abril, llamo a uno de los dos teléfonos que tengo de Naturgy y una señorita muy simpática me dice que, no hay problema, que ya está anulado. Me empiezo a mosquear cuando comienzan a llegarme SMS con avisos «sobre su alta de gas natural». Entonces, se me ocurre intentar acceder a mi área de cliente de Naturgy y compruebo que no sólo no me han anulado el gas, sino que además, junto con los suministros, me contrataron los Servicios de Mantenimientos de la Luz, del Gas y, por si no tuviera bastante y la luz la regalasen, otro Exprés, que según me dijeron servía para el arreglo de electrodomésticos de marcas blancas, cristales y no sé qué más. Cada uno de estos servicios tiene un coste de alrededor de 49 euros al año y no cubre los gastos de reparación, sino meros descuentos en los servicios de profesionales. En definitiva, que al final pagas 150 euros por nada.

Cuando hice la contratación, me dijeron algo así como que incluía descuentos en una serie de cosas, pero desde luego, en ningún momento me explicaron claramente que estaba contratando otros tres servicios que tenían un coste adicional.

Anular los mantenimientos me costó unas cuantas llamadas de teléfono, una visita a la oficina de Naturgy de Guadalajara, y otras dos llamadas adicionales, porque en la oficina, al parecer, sólo me anularon el contrato del gas y el servicio de mantenimiento asociado. En la siguiente llamada y después de discutir durante media hora sobre las bondades del producto, que no cuesta 49 euros, sino cuatro euros al mes (cada uno) y que además, tengo un 20 por ciento de descuento, me dieron de baja el Exprés, pero me dejaron el de la Luz, así que me tocó hacer otra llamada y explicar todo de nuevo y volver a discutir sobre lo bueno que es este servicio de mantenimiento, que no soy consciente de los quebraderos de cabeza que me va ahorrar. Y claro, tú empiezas a argumentar que no lo necesitas, que estás recortando gastos, porque se te vienen encima todos los de la casa -porque aquí cobra hasta el último mono-, que ya bastante pagas de luz y otros tantos motivos más cuando de pronto, se te inflan las cosas redondas y entonces te cuadras, porque no tienes por qué dar explicaciones a nadie: «No lo quiero y punto. Me lo das de baja».

Pero volvamos al problema de la luz. El jueves 7 de abril, después de una semana desde que hiciera el contrato, recibo este mensaje: «Tu distribuidora Unión Fenosa no ha aceptado la petición de A3 que has solicitado para el CUPS XXXXXXXXXX indicando que existen anomalías en la instalación, bla, bla, bla…» Llamo a uno de los teléfonos de Naturgy, me dicen que ahí no es y me dan el de la distribuidora. Me pongo en contacto con Unión Fenosa y me dicen que el problema es que falta el porta-fusibles, que llame a un electricista particular y que cuando esté solucionado, me ponga en contacto con Naturgy -es cosa de poco. Este tipo de cosas se resuelven enseguida- me dice una señorita. Pues eso que hago.

El electricista me soluciona el problema y deja el contador funcionando, así que llamo a Naturgy: Que si este teléfono no es, que tienes que llamar a averías, pero no te preocupes que te transfiero… Mentira, me vuelve a saltar el contestador, al que le digo: «Quiero hablar con averías» me pasan con un hilo musical y me cuelgan. Misma operación, llamo de nuevo, otra vez me cogen el teléfono, les cuento toda la película, y me dicen que ellos sí que me transfieren… Otra mentira, suena de nuevo el contestador del principio y cuando digo averías, se oye el hilo musical y me cuelgan. El caso es que después de no sé cuántas llamadas y de rozar la desesperación, consigo hablar con el departamento de reclamaciones, que me dicen que este tipo de incidencias tienen un plazo de solución de cinco días y que él lo ha tramitado como urgente.

En este periodo de tiempo no sé, probablemente haya llamado ya como una veintena de veces y mi sensación es siempre la misma: No tienen ni idea.

Pero vamos a centrarno, porque la historia no ha terminado. Con estas, vuelvo a la oficina y la chica, siempre muy amable y resuelta -al Rey lo que es del Rey, y al César, lo que es del César- me dice que no tengo activo el contrato de la luz, que probablemente al echarme para atrás la distribuidora la instalación, lo hayan anulado. Así que me levanta de nuevo el contrato y me dice que si la semana siguiente no tengo luz, que vuelva.

Estamos a 12 de abril, y llega la Semana Santa. El lunes, 18 de abril, me dicen que ya tengo el servicio activo desde el 14 de abril, pero voy a comprobarlo y sigo sin luz. Vuelvo a llamar y un señorito muy majo me dice que el contador funciona y que si el problema no es el contador, es particular. El caso es que cuando el problema sí venía del contador, porque faltaba el porta-fusibles, también fue mi problema, porque fui yo la que tuve que llamar al electricista para que lo arreglara, pero bueno, al final le convenzo y me abre una incidencia.

Como una ya está con la mosca detrás de la oreja, el martes vuelvo a la oficina y me dicen que pruebe a bajar todos los fusibles y a levantarlos uno a uno, despacio y me da un teléfono para que llame en caso de que no se rearme, como si nada.

Esta vez, llamo el electricista -el mismo que me había puesto el porta-fusibles- que desmonta la caja de fusibles y constata que no llega la corriente a mi casa. Así que vuelvo a llamar a Unión Fenosa. Ahora me dan otro teléfono más -ya no sé ni le número de teléfonos que he recopilado de la Compañía-.

Ahora parece que sí: Por fin, me dicen que van a mandar un técnico esa misma tarde y me piden un teléfono de contacto. Pues no… A mí no me ha llamado nadie y sospecho que el técnico ni siquiera se ha acercado por allí. Lo único cierto es que sigo sin luz.

Hace cinco días de aquello y cada vez que llamo me dicen que me envían al técnico, que no me preocupe, que dejan especificado que se ponga en contacto conmigo. El domingo, 24 de abril, vuelvo con mi hermano -que es ingeniero y que algo sabe de esto-. Entonces vemos que, al parecer, en una de éstas, sí ha estado el técnico porque nos encontramos un precinto en el contador en forma de pegatina amarilla.

Volvemos a llamar. Misma operación, otra vez la dichosa reproducción de voz del contestador hasta que me vuelven a dar los buenos días desde Galicia. Esta vez me atiende Raquel, que me envía un servicio técnico de urgencia. De nuevo nadie me avisa, aunque me consta que allí estuvieron, porque la pegatina amarilla está hecha una pelota en el suelo del cuarto de contadores, pero yo sigo sin luz. De nuevo, nadie me explica qué es lo que han hecho, ni dónde está el problema. Así que después de otras cuantas llamadas sin una respuesta clara y con varias incidencias más abiertas, me planto otra vez en la oficina de Naturgy.

El resultado: Una nueva incidencia abierta, del mismo tipo de las que he abierto yo misma por teléfono o desde el Área de Clientes, sin necesidad de desplazarme y hacer colas y ya con pocas esperanzas de nada. Bueno, he puesto una reclamación, que mañana depositaré en Consumo, pero sigo sin luz.

Alicia y el espejo


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Y ahí estaba de nuevo, llamándome desde el otro lado del espejo… Lo hace siempre, aunque desde hace algún tiempo haya decidido no escucharle. Quizá es que no tengo demasiadas cosas que decir. He estado pensando tanto que simplemente ya no sé que pensar…

Sí, he estado conversando otra vez con el Conejo Blanco sobre el bien y el mal, la vida, el amor y el destino… Pero él siempre está mirando ese maldito reloj, siempre tan acuciado por la prisa como si realmente tuviera algo importantísimo que hacer, aunque a la postre nunca haga nada.

-¿Quieres otra taza de té? Y entonces dice que se tiene que marchar ya, pero siempre tiene tiempo para otra taza de té. Creo que su reloj se para en el momento en el que le sirvo otra taza humeante , mientras su olor me recuerda a tiempos de viento y lluvia.

No recuerdo muy bien cuando le conocí. No fue hace mucho tiempo, pero parece como si hubiera estado ahí desde siempe, como si yo hubiera estado toda la vida persiguiéndole por parajes misteriosos que sólo existen en mis sueños.

La verdad es que no sé cuándo fue la primera vez que me miró con esos ojos enigmáticos y me dijo: «¿Acaso no es cierto que todos huimos de nuestra propia página en blanco?». Y desde entonces siempre regresamos a la misma discusión. Quizá porque no existe solución y estemos condenados a dar vueltas sobre nosotros mismos aunque por alguna suerte de maldición los paisajes parezcan distintos. Quizá volvamos al principio del camino porque se nos quedó alguna pieza fundamental del rompecabezas sin resolver.

-¿Conoces a Alicia?

Y entonces el Conejo Blanco se limitó a decirme: «¿Por qué no te miras en el espejo?».

Después volvió abrir su reloj y salió corriendo sin avisar, como para evitar que le ofreciera otra taza de té. Quién diablos sabe lo que hará mientras no conversamos o qué diantres es eso que tanto le acucia. La verdad es que sólo sé que le he perseguido durante mucho tiempo y nunca le vi llegar a ningún lado.

Personas


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Pues estaba por aquí, buceando en las distintas páginas de búsqueda de empleo no viendo nada, porque el panorama se muestra bastante desolador ¿Dónde estarán esos trabajos que molan? ¿Esos que exigirían, por ejemplo, un poco de creatividad, una pizca de valentía y grandes dosis de ilusión? Bueno, el caso es que he vuelto a sentir la llamada y no creo que haya sido yo, exactamente. De repente, estaba tecleando esas letras en el buscador y sin darme cuenta, he aparecido en esta página.

No sé si creéis en las casualidades. Yo no logro decidirme. Por momentos, me da por creer en la magia y al siguiente instante me encuentro en medio de la entropía diciéndome a mi misma que tengo que coger las riendas de mi vida de una vez porque el destino no existe.

El caso es que ha sido abrir esta página y lo primero que he visto, así, sin quererlo, ha sido un mandato categórico: Escribe. Y no sé, me he puesto a darle al cursor y me he detenido en una entrada en la que decía que creé este espacio para escribir cualquiera de las cosas que se me pasaran en cada momento por la cabeza: Escritura automática de página en blanco, lo que se reduce a algo muy simple: Sentarse delante del ordenador y empezar a escribir sin intención de nada. Dejar que las palabras simplemente me lleven y en algún momento, quién sabe, encuentren el camino. Sí, las palabras han sido mi camino, pero corren malos tiempos para la lírica.

Y es curioso, porque en estos tiempos en los que la comunicación es tan importante, parece que es cuando menos se valora y entonces nos sumimos en el mundo de la desiformación, en el que buscamos comunicarnos sin mensaje y vaciamos de contenido las palabras.

En un momento en el que los griegos predicaban la filosofía, aparecieron los sofistas, que aquellos denominaban las prostitutas del saber, porque hacían gala de la habilidad de convencer sobre cualquier postura a través del manejo de las palabras y de la lógica del engaño.

Ahora, esos argumentos parciales que beben directamente de la demagogia, han encontrado un altavoz en las redes sociales.

Así que una mañana te levantas con las noticia de algo que consideras justo, bueno o solidario, como por ejemplo la decisión ejemplarizante de acoger a las pesonas que iban a la deriba a bordo del Aquarius y al instante, aparecen contrainformaciones sobre todas las personas que deberían ser rescatadas. Y entonces el problema no es que no se deba rescatar a estas personas, sino que antes habría que rescatar a todo el mundo, en mi humilde opinión, para que entre unas cosas y otras no se haga nada.

Yo estoy de acuerdo con que hay que rescatar a Antonio, que está en la calle y ha cotizado 50 años, pero eso no me hace sentirme menos humana y valorar la necesidad de acoger a esas personas que iban a morir en un barco.

Es una falacia, como todas las del ramo que aparecen en Internet y lo sabréis porque cada día nos encontramos una diferente. Quizá me dedique, al menos durante unos días, a destripar todas estas mentiras disfrazadas de verdades.

Si hay una falacia que me enerva sobremanera es la del machismo. Cualquier persona con dos dedos de frente puede comprender que esta sociedad estará coja si se ignora al 50 por ciento de la población, que es de justicia social que se reconozcan los derechos de las mujeres a, por ejemplo, recibir el mismo salario por un trabajo igual o a reconocer su valía ante un trabajo bien hecho.

Creo que cualquiera puede valorar que una mujer no debería sentir miedo por el hecho de serlo, y que la justicia debería velar para que desaparezca esa indefensión.

Y por supuesto que no todas somos santas, que existen mujeres que algún momento se han aprovechado de su situación para infringir sufrimiento, que existen injusticias para con los varones también… Y de nuevo nos encontramos con lo mismo, porque parece que la solución es no hacer nada, seguir dejando que mueran mujeres a manos de su pareja, alimentando una sociedad injusta en la que las mujeres seguiremos siendo invisibles porque, por ejemplo, no estamos dispuestos a tener que hablar de ciudadanos y ciudadanas; de niños y niñas o de miembros y miembras…

Pues qué queréis que os diga, a mi que también me gusta la estética y la economía del lenguaje os propongo una cosa: ¿Y por qué no hablamos de PERSONAS?

 

 

El Geoparque de la Comarca de Molina-Alto Tajo: Una historia de amor (Molina-Alto Tajo Geopark: A love story)


 

Ecuador.jpgSiempre suelo decir que no me considero periodista si no, más bien, contadora de historias, quizá porque como periodista comprendí lo importantes que son las historias en nuestra vida.  Tanto en casa, como en el trabajo, cuando salimos de vacaciones o cuando nos enamoramos, continuamente estamos fabricando historias que a la postre conformarán nuestros recuerdos: lo único que de verdad nos pertenece.

En el Geoparque Mundial de la UNESCO de la Comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo lo que fundamentalmente he hecho es dar forma a todos esos contenidos y mensajes que luego trasladamos a las instituciones, a los visitantes y a la población local: un poco lo de siempre, fabricar relatos, porque estoy convencida de que los geoparques narran historias apasionantes sobre el pasado de la tierra, pero como todas las grandes historias de nuestra vida, no es tan importante su contenido como la manera de contarlo.

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Imagen general del salón de actos durante la ponencia del paisajista mejicano, Victor Terrazas.

Y eso es precisamente lo que fui a hacer a Ecuador la semana pasada con motivo del Foro Geoparques para el Desarrollo Sostenible de Iberoamérica (GEDES), en la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE) y en la  de Guayaquil: Narrar una historia de amor que nace del conocimiento y divulgación del patrimonio geológico, porque no se ama lo que no se conoce; evoluciona hacia la Geo-conservación, porque no se cuida lo que no se ama y desemboca en las personas que, en definitiva, son la razón de ser de los geoparques, quienes tienen que sentirse orgullosas de su patrimonio y tomar las riendas de un proyecto de desarrollo sostenible que garantice el futuro del territorio y su permanencia en el mismo.

El Geoparque de la Comarca de Molina-Alto Tajo surgió de un proyecto de divulgación de la geología: las nueve Geo-rutas que se pusieron en marcha en el Parque Natural del Alto Tajo en el año 2006 y la publicación de la Guía Geológica del Parque Natural  en 2007 pusieron de manifiesto la riqueza y diversidad del patrimonio geológico de este territorio, pero a su vez, los desequilibrios existentes entre la zona sur de la comarca, donde el Parque Natural había impulsado cierto desarrollo turístico y la parte norte, donde, sin esta figura, los procesos de despoblación estaban siendo mucho más agresivos.

Además, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y el Plan de Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural garantizaban un marco de protección para los distintos geositios de su área de influencia, mientras que en la parte norte existían dos espacios de gran relevancia científica sin proteger y bajo grave amenaza de expolio y degradación: El Estratotipo GSSP de Fuentelsaz y el Bosque Fósil de la Sierra de Aragoncillo.

El Geoparque tenía que ser entonces una herramienta para impulsar políticas de geo-conservación en todo el territorio del Señorío de Molina y concretamente en estos dos espacios, utilizando su peso para reclamar medidas a las administraciones competentes, pero además un proyecto de desarrollo local sostenible basado en la puesta en valor, conservación y aprovechamiento de su patrimonio geológico, pero también natural, histórico, arqueológico y cultural.

Por eso la historia del Geoparque de la Comarca de Molina-Alto Tajo no puede ser más que una historia de amor: Nos  fuimos enamorando de un territorio a través del conocimiento de la historia de sus paisajes que a fuerza de reconocerlos llegaron a pertenecernos y los amamos tanto que quisimos protegerlos para conservarlos para las generaciones venideras. También  fuimos conscientes de que aquello que no es útil tiende a desaparecer, porque nadie invierte en su conservación y de que no habrá futuro para estos parajes si no hay nadie que los cuide. Por eso consideramos que deberían servir para dar forma a un proyecto de desarrollo local que generara movimiento en la economía con el fin de garantizar la permanencia de las personas en el territorio.

Precisamente, eso son los Geoparques Mundiales de la UNESCO, territorios bien definidos con un patrimonio geológico de relevancia internacional, donde se desarrolla un proyecto de desarrollo local con amplia implicación de sus habitantes, fundamentalmente basado en el geoturismo y donde se llevan a cabo medidas de geoconservación , dentro de una red temática fundamentada en la colaboración y en el intercambio de experiencias.

*** I always say that I do not consider myself as a journalist but, rather, a storyteller, perhaps because as a journalist I understood how important stories are in our lives. We are continually looking for our great history. Both at home and at work, when we go on vacation or when we fall in love, we are molding our memories, which in the end is the only thing that really belongs to us.

What I have fundamentally done in the UNESCO Global Geopark of Molina-Alto Tajo is to give shape to all those contents and messages that we then transmit to the institutions, visitors and local population: the same that I always have made, to tell stories, because I am convinced that geoparks tell fascinating stories about the past of the earth, but like all the great stories of our life, its content is not as important as the way of telling it.

And that is precisely what I was going to do in Ecuador last week on the occasion of the Geoparks Forum for the Sustainable Development of Ibero-America (GEDES), at the Península de Santa Elena State University (UPSE) and at the University of Guayaquil: To tell a story of love that is born of the knowledge and disclosure of the geological heritage, because you do not love what you do not know; it evolves towards Geo-conservation, because you do not take care of what you do not love and it ends up to people who, in short, are the raison d’etre of geoparks. People who have to feel proud of their heritage and take charge of a project of sustainable development that guarantees the future of the territory and their permanence in it.

The Molina-Alto Tajo Geopark emerged from a geology dissemination project: the nine Geo-routes that were launched in the Alto Tajo Natural Park in 2006 and the publication of the Geological Guide of the Park Natural in 2007 highlighted the richness and diversity of the geological heritage of this territory, but at the same time, the existing imbalances between the southern area of ​​the region, where the Natural Park had promoted certain tourist development and the northern part, where, without this protection figure, the processes of depopulation were being much more aggressive.

In addition, the Natural Resources Management Plan (PORN) and the Use and Management Rector Plan (PRUG) of the Natural Park guaranteed a protection framework for the different geosites in its area of ​​influence, while in the northern part there were two spaces of great scientific relevance without protection and under serious threat of spoilage and degradation: the GSSP Estratotype of Fuentelsaz and the Fossil Forest of the Sierra de Aragoncillo.

The Geopark had to be a tool to promote geo-conservation policies throughout the Molina-Alto tajo territory and specifically in these two spaces, using its weight to demand measures to the competent administrations, but also a sustainable local development project based in the enhancement, conservation and use of its geological heritage, but also natural, historical, archaeological and cultural.

That’s why the history of the Geopark of the Comarca of Molina-Alto Tajo can not be more than a love story: We were falling in love with this territory through the knowledge of the history of its landscapes. We recognized us in them and it came to belong to us. As we love them so much, we wanted to protect them to preserve them for generations to come. We were also aware that what is not useful tends to disappear, because nobody invests in its conservation and that there will be no future for these places if there is nobody to take care of them. That is why we believe that they should serve to shape a local development project that generates movement in the economy in order to guarantee the permanence of people in the territory.

Precisely, this is which the UNESCO World Geoparks are, well-defined territories with a geological heritage of international relevance, where a local development project is developed with broad involvement of its inhabitants, fundamentally based on geotourism and where measures of geoconservation, within a thematic network based on collaboration and the exchange of experiences.

 

Nostalgia de Perru. *Nostalgia for Perru.


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Echo de menos ser Perru. Aquí solamente puedo ser Marta con la»t» rara, casi como si fueras a escupir, o simplemente Marta.

En España casi estaba cruzando el umbral de la puerta de un nuevo trabajo y todo el mundo ya me conocía como «la Perru».

Pero no, aquí sólo puedo ser Marta con la «t» vergonzosa como si quisiera sonar a otra cosa y a nadie le importa mi apellido porque no firma ningún artículo.

Aquí se van borrando paulatinamente las huellas de lo que fui y una placa enganchada a mi camisa con un imperdible dice que soy sólo Marta y que de nada sirven las baldosas que Perru fue poniendo por el camino.

Aquí Perru no es nadie y tiene que aprenderse de nuevo bajo un nombre en el que sólo se reconoce a medias. De nada sirven los obstáculos que tuvo que salvar en el pasado, porque ahora se levantan ante ella otros completamente distintos y, además, a nadie le importa.

Aquí no existen títulos ni reconocimientos y tus logros pasados no son más que pesadas piedras que vas cargando en tu mochila como si fueran tesoros, pero nada más.

Probablemente Perru se sentiría segura de ser quién es, tomando las riendas de sus fortalezas, de la misma manera que en ocasiones echaba un vistazo al pozo de sus desastres, pero Marta duda de todo y camina  en medio de la entropía, donde todas las señales están escritas en inglés. También se sorprende tomando decisiones en otro idioma, cuestionándose, a veces, si ha sido capaz de entenderse bien a sí misma o por el contrario  se encuentra «lost in translation».

«Es parte del encanto de esta aventura», me diría Perru, aunque a veces pienso que hay cosas que  deberían haberse aprendido antes de los 30 y superada esa edad resulta más costoso meterlas en la mollera.

Y fue Perru quien se subió en ese avión y la que ahora se complace viendo a Marta tropezar y levantarse una y otra vez, precipitándose sin nombre en laberintos de espejos en los que se descubre como Marta con una «t» tímida que no sabe muy bien a qué sonar y dispuesta a reivindicarse como Perru a lo largo del camino hacia la salida, aunque tenga que sonar a la fuerza con una «r» extraña.

Cómo echo de menos ser «Perru», pero quizá después de esta aventura regrese a casa como «Super Perru», ¿quién sabe?

  • I miss being Perru. Here, I am just able to be Marta with a rare «t» almost like you’re spitting, or only Marta.In Spain, I was almost across the doorway of a new job and everybody just called me «Perru».

    But no, here I can only be Marta with the «t» shameful as if to sound like something else and nobody cares because my name does not sign any article.

    Here, they are being gradually erased the traces of what I was. A plate is hooked in my shirt with a safety pin. It just says that I’m Marta and every experience that Perru found in the road is unuseful.
    Here, Perru is nobody and has to learn again under a name in which only recognized an a half of herself.

    Therefore, Are useless the obstacles she had to overcome in the past, because now other new ones rise towards her, but nobody cares.

    Here there are no titles or recognition and your past accomplishments are nothing more than heavy stones that you are carrying in your backpack as if they were treasures.

    Perru would probably feel sure about who she is, managing her strengths in the same way that occasionally she glanced at the pit of her disasters. However, Marta doubts everything and walks in the midst of entropy, where all signals are written in English.

    Also she surprises herself making decisions in another language, wondering herself sometimes if she isn’t lost in translation.

    «It’s part of the charm of this adventure», Perru would say, although sometimes I think there are things that should have been learned before age 30, and after that, it is more expensive to put them in my mind.

    And Perru was who took that plane and now is pleased seeing Marta stumble and get up again and again.

    And I, as «no one» without a name, am taking labyrinths of mirrors where I discover myself as Marta with a «t» timid, I do not know very well what sound is this, and I am ready to assert myself as Perru along the way to the exit, even if it have to sound with an «r» strange.

    How I miss being «Perru», but who knows, maybe after this adventure I come back home as «Super Perru».

 

Windy Plymouth


cb9fc9d5-e0b1-4451-91e9-5f5c77cbaea7Me sigue resultando extraña esa cotidianidad de sentarse frente al ordenador mientras al otro lado de la ventana se van sucediendo las cuatro estaciones en apenas unos minutos. Nos imaginamos la Gran Bretaña gris y lluviosa, pero lo que nadie nos dice es que en el sur existe una ciudad llamada Plymouth presa de algún extraño encantamiento por el que tan pronto llueve, como que sale el sol o se lía a granizar. El otro día juraría que hasta nevó.

El martes alucinaba de nuevo al otro lado del cristal de Shekinah, la charity shop en la que soy voluntaria, contemplando como descargaba el granizo (hail en inglés) en forma de miles de canicas blancas, cuando hace apenas cinco minutos había llegado a la tienda paseando tranquilamente bajo el sol. Entonces una clienta me dijo: «Welcome to England»

No obstante, creo que sin duda el fenómeno meteorológico más propio de estos páramos y colinas es el viento. Aquí Céfiro es caprichoso y algunos días decide limitarse a despeinar melenas y otras pone su empeño en medirse y comprobar qué tipo de cosas puede arrastrar (Como los ingleses, que unos días les da por oler bien y otros van en bicicleta). En esas ocasiones confieso que  he llegado a temer por mi propia vida y me he imaginado vapuleada  entre las miles de chimeneas que asoman en los tejados.

Sí, aquí cada una de las millares de casas victorianas idénticas tiene varias chimeneas, pero paradójicamente, en su interior lucen tapiadas, quedando sólo una repisa y un marco como testimonio de que un día hubo allí un hogar. A pesar de ello, cada casa está obligada a tener un detector de humos.

68e433c3-9a1d-4b58-89e1-8c0ecbeaca2cVolviendo a la meteorología, el caso es que si llueve, y aquí lo hace con mucha frecuencia, ya puedes tener a mano un chubasquero horroroso hasta los tobillos de color gris gabardina del abuelo Mariano, por ejemplo, porque cuando confluyen ambos fenómenos el cóktel puede resultar mortalmente empapador.

Otras veces el sol decide desperezarse entre las nubes y es cálido y acogedor a través del cristal de la ventana. Entonces salgo tan contenta con la indumentaria de correr pensando que voy a disfrutar de una agradable mañana aderezada con las espectaculares vistas de «The Hoe», pero resulta que Céfiro se ha levantado con el ceño fruncido y termino dando media vuelta antes de doblar la esquina, porque no sé si lo habéis experimentado, pero es imposible correr con viento, a no ser que ese día Céfiro sólo quiera despeinarte.

Pero una buena mañana siento un picor cálido en la punta de la nariz y  una luz brillante me despierta inundando cada rincón de la habitación. Entonces salto de la cama y salgo a la calle y  la ciudad despierta de su gris letargo y es como cosa de magia. La gente parece mucho más feliz y sonríe casi nerviosa. Cada uno de los bancos que se salpican en los parques está ocupado por gente diferente, parejas de ancianos, novios adolescentes, amigos, vecinos, desconocidos… quizá con los pantalones arremangados hasta las rodillas, con la testa hacia el sol como si cada uno de los poros de su piel quisiera apresar los rayos del sol.

Tengo un amigo que siempre dice que algo tendrá el sol cuando todas las culturas lo adoran.

Yo creo que los días grises de estos páramos esconden las dos caras de una misma moneda. Resulta difícil lidiar con esta atmósfera gris y esta luz típica inglesa, que parece que alguien haya bajado su intensidad para hacerla más tenue, pero cuando sale el sol y Céfiro está de buen humor es realmente maravilloso.

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***

I still find strange when I sit in front of the laptop while on the other side of the window, the four seasons are happening in just a few minutes. We imagine the Great Britain as a place gray and rainy, but no one told us that there is a town called Plymouth that is prey to some strange enchantment by which in a moment it rains cats and dogs and then the sun comes or hailing. The other day I’d swear to it snowed.

On Tuesday, I was hallucinating again across the crystal of Shekinah, the charity shop where I am volunteer, watching how it was hailing, as thousands of small white marbles, when just five minutes ago I had come to the shop walking quietly in the sun. Then a client told me: «Welcome to England»

However, I think certainly the most own weather phenomenon these moors and hills is the wind. Here Zephyrus is capricious and some days decides to comb hairs and other daysn, checks what kind of things can drag. On these cases, I confess that I have come to fear for my own life and I imagined myself, flying among the thousands of chimneys looming on rooftops.

Yes, here each of the thousands identical Victorian houses has several fireplaces, but paradoxically, inside they are bricked, leaving only a ledge and a frame as testimony that one day there was a cozy fire. However, it is required to have a smoke detector in every house.

About to meteorology, the fact is that if it rains, and here it does very often, you will have to have on hand an awful raincoat to the ankles, gray as the colour of my Mariano grandfather’s gabardine, for example, because when the two phenomena converge the coktel can be soaker.

Sometimes the sun decides come between clouds and is warm and cozy through the glass of the window. Then I go out so pleased, wearing the clothing of jog thinking I’m going to enjoy a pleasant morning peppered with the spectacular views of «The Hoe» but it turns out that Zephyrus has woke up with frown and I have to return to home before turning the corner because, I don’t know if you have experienced this, but it is impossible to run against the wind, unless Cefiro just want to tousle your hair.

But one morning I feel a warm itchy on the tip of my nose and a bright light is inundating every corner of my room. Then I jump out of my bed and I go out and the city awakens from its gray slumber and it is like magic. People seem much happier and smiles almost nervously. Every park bank is occupied by different people, elderly couples, teenage boyfriends, friends, neighbors, strangers … perhaps with pants rolled up to his knees, with the head toward the sun as if each one of the pores of your skin wanted to catch the sun’s rays.

I have a friend who always says that the sun have something special, because all cultures adore him.

I think the gray days of these moors hide the two sides of the same coin. It is difficult to deal with this gray atmosphere and the typical light of England, where it seems that someone has regulated its intensity, because it is here more subdued, but when the sun rises and Zephyrus is in a good mood is really wonderful.

 

Plymouth desde mi atalaya. Plymouth from my watchtower


Plymouth se encuentra en el suroeste del Reino Unido, justo en el pie de ese extraño duende que conforma la isla principal de este país, y  posición estratégica a lo largo de la historia de Inglaterra, motivo por el cual fue bombardeada durante días por aviones alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Además es un puerto natural de gran belleza.

Todas las historias, como ya os he dicho otras veces, se narran desde lo alto de una atalaya particular e intransferible, levantada a lo largo de los años con distintos materiales y dotada con una gran variedad de artilugios a través de los cuales observamos nuestra realidad.

A Plymouth me he traído mis prismáticos, una suerte de telescopio y unas gafas rosas con cuatro aumentos, pero todavía estoy construyendo mi torre. Y es que la historia cambia mucho según quien la cuente, porque no todas las atalayas tienen la misma altura, ni están situadas en el mismo punto, y desde luego, cada cual la pertrecha con sus instrumentos. Y para muestra un botón.

Mi historia comienza en este punto.

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Está en The Hoe, muy cerca de la Torre Smeaton, el remate de un antiguo faro levantado originalmente en Millbay en 1756, que dejó de funcionar en 1877 debido a los efectos de la erosión que provocaban las olas sobre las rocas en las que se asentaba. En un martes, 2 de septiembre de 1967 los Beatles estuvieron aquí y se tomaron esta foto en un descanso del rodaje de la psicodélica película, «Magical Mistery Tour». Se trata de una de las imágenes más emblemáticas de los Beatles, tomada por el fotógrafo David Redfern y, cosas del destino, mi «landlord» tiene este póster colgado sobre la chimenea del «lounge».

IMG_3901.JPGDesde aquí se observan unas de las mejores vistas de Plymouth. Las rocas que configuran estas costas son muy antiguas. Son pizarras, limonitas y areniscas y proceden del Devónico, entre 395 y 345 millones de años atrás. Nos encontramos en el condado de Devon y eso no es casualidad. Esta era geológica recibe su nombre de este lugar, donde fue descrita por primera vez . El origen de las rocas de las costas de Plymouth no es marino, sino que se sedimentaron en ríos y lagos. A ellas les debemos el color oscuro de los edificios de esta zona.

IMG_3957.JPGComo ya he dicho, los alemanes redujeron a escombros la ciudad en varias ocasiones entre los años 1940 y 1943, por lo que no quedan muchos monumentos en pie de esta ciudad que en otro tiempo tuvo un gran desarrollo turístico.Tan solo un puñado de iglesias, la biblioteca, la universidad y lo que conocen como el Hall, una antigua iglesia que ahora alberga un restaurante y un salón de actos, entre otras cosas. En el centro se pueden observar las ruinas de «Charles Church» (1640-1940) como símbolo de este episodio y el hotel más antiguo de la ciudad, el «Duke of Cornwall» deja constancia de ese pasado esplendor, aunque la climatología y las playas de esta zona sigue siendo un atractivo para los habitantes del norte en verano, según tengo entendido.

 

Hay otros episodios de la historia que, de alguna manera, determinan la fisionomía de la ciudad. Plymouth fue y sigue siendo un importante puerto, desde el que, por ejemplo, partió en barco que transportó a los primeros ingleses separatistas que se asentaron en el Nuevo Mundo, el «Mayflowers» que llegó a la costa de Masachussets en 1620 y fundó allí la colonia de Plymouth. En «The Barbican» se encuentra el conocido como mirador de Mayflowers que apunta hacia  la ruta que tomaron los peregrinos.

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Mirador de Mayflowers.

También estas costas fueron testigos del desastre de la Armada Invencible. Fue el primer relato que escuché en inglés de boca de un taxista, nada más llegar a Bristol. Sir Francis Drake es uno de los personajes históricos más importantes en estos páramos. Se dice que cuando avistaron los barcos españoles Drake estaba jugando una partida de bolos en «The Hoe» y que en ese momento dijo «tenemos tiempo de acabar la partida. Luego venceremos a los españoles». De ese mismo episodio los españoles también tenemos una frase célebre, en este caso de Felipe II «No mandé mis naves a luchar contra los elementos» en alusión al temporal que redujo la flota española.

El caso es que Drake se propuso crear una flota de proporciones superiores a la española que también saldría mal parada años más tarde y la realidad  esta guerra anglo-española que tuvo lugar entre 1584 y 1604 se resolvió con el Tratado de Londres, favorable a España, así que en realidad no se puede decir que esta victoria fuera tan gloriosa, pero como ya decía, todo depende de la atalaya desde la que se mire…

Continuara…

***

Plymouth is located in the southwest of the UK, right at the foot of this strange elf that makes up the main island of this country, and strategic position throughout the history of England, why was bombarded during days by German planes In the Second World War. It is also a beautiful natural harbor.

All the stories, as I have said before, are narrated from the top of a particular transferable watchtower, built over the years with different materials and equipped with a variety of devices through which we observe our reality .

I have brought to Plymouth my binoculars, a kind of telescope and a pink glasses with four increases, but I’m still building my tower. And the story changes a lot depending on who tells it, because all towers has not the same height, and are not located at the same point, and of course, each of them is equiped with their instruments.

For example, this is «The Hoe», near the Smeaton Tower, the closing of an old lighthouse originally built in Millbay in 1756, it stopped working in 1877 due to the effects of erosion caused by waves on the rocks on which it was based. This The Beatles photo was took by the photographer Daved Redfer in a Tuesday, September 2, 1967 , while the Beatles took a break during the filming of the psychedelic film «Magical Mystery Tour». This is one of the most emblematic images of the Beatles and, twist of fate, my «landlord» has this poster hung over the fireplace of «lounge».

You may see here some of the best views of Plymouth. The rocks that make up these coasts are very old. They are shales, siltstones and sandstones and come from the Devonian, between 395 and 345 million years ago. We are in the county of Devon and that is not a coincidence. This geologic age was named after the place where it was first described. The origin of the rocks off the coast of Plymouth is not marine, but were pelleted in rivers and lakes. To them we owe the dark color of the buildings in this area.

As I said, the Germans reduced the city to rubble on several occasions between 1940 and 1943, so there are not many standing monuments of this city, that once had a great tourist development. Only some churchs, the library, the University and the place known as the Hall, a former church that now houses a restaurant and an auditorium, among other things. In the center you can see the ruins of «Charles Church» (1640-1940) as a symbol of this episode and the oldest hotel in town, The «Duke of Cornwall», places that remind the past splendor. Although, the weather and beaches in this area remains an attraction for the inhabitants of the north in summer.

There are other episodes of history that, somehow, determine the physiognomy of the city. Plymouth was and remains an important port, from which set off the ship Mayflowers that transported the first separatist Englishmen who settled in the New World, which reached the coast of Masachussets in 1620 and founded there Plymouth colony. In «The Barbican» is localeted the Mayflowers view point pointing to the route taken by pilgrims.

These shores also witnessed the disaster of the Armada. It was the first story I heard in English from a taxi driver, upon arriving in Bristol. Sir Francis Drake is one of the most important historical figures in these moors. It is said that when Spanish ships was sighted Drake was playing a game of bowling in «The Hoe» and he said: «We have time to finish the game. Then, we will defeat to Spanish.» In that same episode the Spanish also have a famous phrase, in this case of Felipe II » I have not sent my ships to fight against elements» in reference to weather which reduced the Spanish fleet.

The fact is that Drake created a bigger fleet than Spanish with the same fatal end, years later. The Anglo-Spanish War that took place between 1584 and 1604 was resolved with the Treaty of London, favorable to Spain so I really can not say that this victory was so glorious, but as I said, everything depends on the vantage point from which you look …

To be continued…

La misma edad, la misma cultura viajera. The same age, the same traveling culture


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Nuestro rincón en Make at 140.

Es cierto, como decía cierto amigo, que a partir de ciertas velas todos tenemos la misma edad y ya no sorprende compartir unas cañas con otras personas de décadas o incluso generaciones distintas. Las distancias se acortan en el preciso momento en el que los problemas comienzan a ser similares, cuando cortamos el hilo y nos disponemos a vivir, de alguna manera, nuestra vida.

Puede que no sea demasiado tarde, pero si lo pienso bien es cierto que a mi edad no debería estar protagonizando esta aventura. Lo lógico sería tener un trabajo más o menos estable, una pareja y, probablemente, dos criaturas corriendo por la alfombra. Tengo que reconocer que este tipo de ocurrencias son más propias de un recién licenciado o, incluso, de un Erasmus.

Me siento muy joven, pero me temo que ya no lo soy tanto. Ando por esa misma edad en la que me siento capaz de hablar con todo tipo de personas, pero en la que ya no resulta tan apetecible hacer locuras y quemar las calles de madrugada, como hubiera hecho en otro tiempo.

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Proyecto de bufanda.

En esta misma edad me siento más cómoda en el Café «Make at 140» haciendo punto  con las chicas de «Stitch and Sip», mientras intento conversar con ellas en mi inglés chafardero, que tratando de abrirme paso entre los borrachos de algún pub o discoteca de «The Barbican».

El otro día hablaba de la necesidad de encontrar referentes en un lugar extraño. Fue Mariana la que me llamó cierto día para unirme a este grupo de personas que se entretienen dándole a la aguja («Stitch and Sip» quiere decir algo así como coser y sorber, es decir, tomarte un café o un té calentitos mientras das forma a tus labores).

Es un concepto no demasiado convencional en España. Aquí muchos grupos tienen su sede en algún pub o café de la ciudad, donde quedan a desarrollar sus aficiones. «Make at 140» es un café y un taller de costura al mismo tiempo, al que la gente acude a compartir sus labores.

Para mí es mi cita de la tarde de los miércoles, un pedacito de hogar compartido con las chicas de «Stitch and Sip», donde Mel me ayuda a aprender de nuevo las labores que mi madre me enseñó cuando era pequeña, mientras intento seguir las conversaciones del Kerry, Kristine y las demás.

Cuando decides mudarte a un país extranjero te asaltan millones de dudas. De repente, no sólo no eres nadie, sino que además, no tienes ni idea de nada. En España has desarrollado las destrezas necesarias para sobrevivir. No fue fácil adaptarse a la vida adulta, pero lo hiciste y sin embargo, pero aquí te encuentras con que todo es distinto y tus conocimientos básicos para desenvolverte en la vida cotidiana requieren de una actualización del sistema.

En Plymouth tienes dos herramientas fundamentales: El grupo de Facebook «Españoles en Plymouth» y las Lenguage Exchange Sesions. Estos dos foros acaban siendo una especie de oráculo donde puedes formular todo tipo de preguntas sobre cómo abrir una cuenta bancaria; encontrar una academia; un mecánico más o menos barato; un trabajo; un electricista, etc.

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Con Mirla en una Lenguage Exchange de Mutley Plain.

Descubrí las Lenguage Exchange Sessions a través del grupo «Españoles en Plymouth». La primera vez reconozco que acudí casi desesperada en busca de esos reflejos en los que poder ser alguien. Se trata de personas de cualquier nacionalidad compartiendo experiencias, de tal manera que me encontré compartiendo con gente procedente de cuatro, cinco o incluso seis países distintos con culturas diferentes  y hasta muy diferentes y, por primera vez, podía decir que a pesar de nuestra diferencias compartíamos circunstancias, porque todos somos extranjeros y tenemos que enfrentarnos a unas dificultades más o menos similares, así que por mucho que me considere una persona con mucha empatía, tengo que admitir que nunca me había sentido inmigrante y tan cerca de esas otras culturas que ahora se me antojan menos diferentes.

Supongo que, de la misma manera que todos podemos tener una misma edad, también podemos pertenecer a una misma cultura viajera.

*** It is true, as a friend said to me one time, when we have a certain amount of years upont our back, we are all of the same age and it´s no longer surprised to share a beer with people that belongs to other decades or even generations. The distances are shorter at the precise moment when our problems are similar, when, somehow, we have to live our own life.

It may not be too late, but if I think it is true that at my age I should not be starring in this adventure. I should have a more or less stable job, a husband and probably two children running across the carpet. I have to admit that such occurrences are more typical of a new graduate or even an «Erasmus».

I feel myself very young, but I’m afraid I’m not much. I walk around this «same age» where I am able to talk to all kinds of people, but I don’t fancy to do crazy or burn the streets at dawn, as I would have done in the past.

In this same age I feel more comfortable at Cafe «Make at 140» knitting with the girls of «Stitch and Sip» while I try to talk to them in my crappy English, than trying to make my way through the drunks of any pub or disco in «The Barbican».

The other day spoke of the need to find references in a strange place. Mariana rang me one day and suggested me to join to this group of people who entertain themselves working with needles.

It is a not very conventional concept in Spain. Here many groups are based in a pub or cafe in town, where they are to develop their hobbies. «Make at 140» is a coffee and a sewing shop, and at the same time, people come to share their work.

For me it’s my afternoon appointment Wednesday, a bit of home flavour shared with the girls of «Stitch and Sip» where Mel helps me learn new tasks that my mother taught me when I was little and I try to follow the conversation of Kerry, Kristine and the others.

When you decide to move to a foreign country, yoy have a million of doubts. Suddenly, not only you’re nobody, but also, you have no clue of anything. In Spain you have developed the skills to survive. It was not easy to adapt to adult life, but you did yet. However, you find here that everything is different and your basic knowledge to manage in everyday life require a system update.

In Plymouth, you have two basic tools: The Facebook group «Spaniards in Plymouth» and Sesions Language Exchange. These two forums end up being a kind of oracle where you can ask all kinds of questions about how to open a bank account; find an academy; a fairly cheap mechanic; A work; electrician, etc.

I discovered the Language Exchange Sessions through the group «Spaniards in Plymouth». The first time, I have to acknowledge that it went almost a desperate way for finding those reflexes in which I can be somebody. There are people of all nationalities sharing experiences, so that I found myself sharing table with people from four, five or even six different countries with different cultures and, for the first time, I could say that despite of our differences, we shared circumstances, because we are all foreigners and we have to face more or less similar difficulties. So much to consider me a person with great empathy, I must admit that I had never felt as an immigrant and I have never been so close to these other cultures that now seem to me less different.

I guess, in the same way that we all have the same age, we can also belong to the same traveling culture

De espejos e historias (Stories and mirrors).


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Mariana, en pleno proceso creativo.

NOTA: A partir de esta entrada los textos aparecerán en inglés y en español, con el propósito de ir mejorando en el estudio del idioma y llegar también a la gente de por aquí que voy conociendo.

From this post the texts will appear in English and Spanish, in order to keep improving in the study of language and reach people around here, that I am starting to know.
I would like to apologize in advance for the errors made.

«Es parte del encanto de marcharse a vivir a un lugar extranjero», recuerdo que me dijiste. Sí, tiene algo de magia eso de poder borrar tus huellas y convertirte en un lienzo en el que poder pintarte de nuevo, si es que la imagen que tenías colgada hasta ahora en la pared de tu habitación no te gustaba demasiado. Pero de repente estaba aquí y me enfrenté al abismo de no ser nadie y no le encontré la gracia, la verdad.

Tanto en mi pueblo como en la que se ha convertido en mi ciudad de tanto transitar por sus calles, bares, paseos y plazas, cuando salía a la calle me encontraba con cientos de espejos que cada día me recordaban quién soy o quién era: La hija de la Pili y del Recetas, la Perruca pequeña, la que escribe en el Hexágono, la que estaba en el Museo y en el Geoparque. Aquí o bien esos espejos no tienen reflejo o me ofrecen una imagen desdibujada.

Mi hermano Rafa, que también se encuentra inmerso en esto de aprender inglés, pero con sus propias circunstancias, me lo explicó a la perfección. Es cierto, tenemos el inglés suficiente para comunicarnos, pero no para expresarnos, así que aquí me tropiezo con otra cuestión y es que, por mucho que me pese, en inglés soy otra persona muy distinta, que no es otra que la que me permite  mi vocabulario. No importa lo que signifiquen las letras en mi vida española, aquí mi identidad está absolutamente atrapada y limitada dentro de un saco de palabras.

Es parecido a esa reflexión sobre el árbol que se viene abajo en un bosque inhóspito y lejano sin ningún testigo que dé cuenta de su caída. Podemos presuponer las causas de su abatimiento, podemos imaginarnos que al caer se ha producido cierto ruido y que una estampida de pájaros y animales habrán salido despavoridos por el efecto de la caída, ¿pero realmente es eso lo que ha ocurrido? ¿Cómo podemos saber si hizo ruido si nadie estaba allí?

Al final, muchas veces, son esos espejos los que nos acaban diciendo quiénes somos, por lo que socializar se convierte en una cuestión vital.

La primera persona que conocí aquí fue mi «landlord» (o lo que es lo mismo, mi casero, para quien no recuerde el significado de esta palabra). Lo cierto es que no sé qué distorsiona más mi imagen en ese espejo, si las veces que no entiendo lo que me dice o las que creo entenderle, pero es mentira. Lo extraño es que yo diría que la comunicación con él es buena, porque nos decimos un montón de cosas a lo largo del día, aunque si regresara a aquellas interminables horas de Teoría de la Comunicación en sus múltiples facetas (no recuerdo bien cuántas asignaturas existían a lo largo de la carrera de Periodismo que en sus títulos imposibles incluían esta coletilla «Teoría de la Comunicación», pero creo que eran mogollón) me daría cuenta de que algo o mucho falla, si el mensaje, a través del canal más oportuno, al final llega al receptor cargado de interferencias, en ambas direcciones. Muchas veces, cuando no consigue hacerse entender me dice «It doesn’t matter» (no pasa nada), pero sí que pasa: pasa que no le he entendido un carajo, por lo que trato de que lo intente de nuevo.

Luego conocí a Mariana. Ya he hablado de ella, pero supongo que en este post tiene mucho sentido que vuelva a recordarla porque, en principio, de lo que se trataba era de relacionarte con gente inglesa y ella no lo es (es mitad española y mitad francesa, tal y como le gusta recordar, supongo que porque todos necesitamos apelar a nuestras raíces en los lugares en los que nos convertimos en nadie) y sin embargo, creo que acabamos encontrando nuestros referentes en determinadas personas cuando navegamos a la deriva de un país extranjero.

Recuerdo que empecé hablando con ella sobre quiénes somos. Ella se auto-definió como «emprendedora social». Cuando escuchas determinados términos te puedes hacer una idea de lo que se trata y, sin embargo, tienes que reconocer que no tienes ni pajolera idea. A mí no me gusta llevarle la contraria a nadie, pero realmente, después de conocer lo que hace, yo diría que Mariana es, sencillamente, una historia apasionante, de esas que merece la pena contar, porque tal y como le dije, se supone que soy periodista, pero me identifico más como «contadora de historias».

Muchas veces creo que no me gustan tanto las personas como las historias que llevan a sus espaldas, pero claro, al final ¿qué somos más que el conjunto de nuestras historias?

El proyecto de Mariana se llama «The Ocean Corner» y conjuga su pasión por el Océano con su necesidad de crear. Mariana limpia playas y crea objetos fantásticos con la basura que recoge, pero no sólo eso, también está en contacto con personas de todo el mundo que le envían la basura que los humanos nos empeñamos en arrojar al mar y que las olas, con su sabiduría, vomitan de nuevo en todos los rincones del planeta.

Mariana recoge basura, la limpia, la transforma y la convierte en arte,  a partir de ropa «vintage» que  previamente ha rescatado de distintos lugares. Se trata de sombreros, corbatas, vestidos… que acaban convirtiéndose en prendas únicas con sabor a mar, cada una de las cuales acaba relatando, además, su propia historia.

Mariana no sólo crea diseños a partir de la basura que escupe el mar, sino que además conoce muchos de sus secretos. Sabe dónde buscar determinadas cosas y qué tipo de elementos se va a encontrar en esta o en otra playa.

Cierto día me contó que hace más de 20 años un barco cargado de juguetes de Lego atracó en estas costas y que, aún hoy en día, el mar devuelve muchas de esas piezas de plásticos, algunas de las cuales forman parte de sus creaciones.

Otras guardan un registro, como ese  sombrero naranja que perteneció a una actriz y del que se puede hacer un seguimiento a través de su etiqueta. De otras prendas ¿quién sabe? pero no parece difícil imaginarlas: intentar descifrar, por la calidad de la tela y el diseño, cómo serían sus dueños. Ahora también cuentan la historia del mar, de los pesqueros que salen a faenar, de los animales que habitan en sus costas y abandonan sus conchas en la playa, o del afán del ser humano en convertir cada rincón de este planeta en un vertedero.

Y lo que es más curioso, una vez todas las piezas confluyen en ese puzle que al final lleva la firma de Mariana siguen escribiendo su historia. Existen creaciones que viajaron a una exposición, que formaron parte de un desfile o que se crearon para una gala benéfica. Otras fueron creadas para alguien en concreto o se inspiraron en un acontecimiento, personaje o anécdota. También las hay con un reportaje fotográfico con modelos excepcionales que quisieron tener más de cuarenta o formar parte de una especie de maleficio en un antiguo cementerio.

«The Ocean Corner» es ese rincón donde al final se cierra el círculo de todas esas historias, que creo que merecería la pena contar una a una, donde nuestra basura encuentra su cuento de hadas y se convierte en cisne para seguir formando parte de nuestras vidas, del conjunto de nuestras historias que acaba por decir quiénes somos.

Así que cuando se aterriza en un país extranjero en el que no eres nadie, como no puede ser de otra manera, terminas tratando de buscar tus referentes.

En este vacío no parece difícil pintar un cuadro distinto, pero lo cierto es que, al menos en mi caso, acabo dibujando el mismo retrato, quizá porque no sé ser otra cosa que contadora de historias.

Continuará…

«It’s part of the charm to start living in a foreign country» -I remember that you told me-. It is like magic: you can cover your tracks and you can paint another picture, if you did not like too much the image that you had hung until now . But suddenly I was here and I faced the abyss of being nobody and I did not find fun, really.

In both places, in Molina de Aragón and in Guadalajara, which has become my home walking so much through its streets, bars, promenades and squares, every day, when I went out I met hundreds of mirrors that reminded me who I am or who I was: Pili’s and Eugenio’s daughter, the youngest of the Perruca’s familly, who wrote in the Hexagono Blog, who was working in the Molina Museum and in the Molina-Alto Tajo Geopark.

Here, all those mirrors are not reflected anything or offer me a blurred image.

My brother Rafa, which is also immersed in English study, but with his own circumstances, explained me it perfectly. It is true: We have enough English language knowdeladge to communicate with English people, but it´s not enough to express us. So here I have found another issue: I’m a different person when I speak English, who is that allows me my vocabulary. No matter what the letters mean on my Spanish life, my identity here is absolutely trapped and confined within a sack of words.

It is similar to the reflection about the tree fall in a bleak and distant forest without any witness who realizes his downfall. We can assume the causes of this fall, we can imagine the noise of the fall and that the birds and others animals left the forest terrified for the effect of the fall but, is that really what happened? How can we know whether made noise if nobody was there?

At the end, many times, are those mirrors wich just telling us who we are, so socializing becomes vital.

The first person I met here was my Landlord. The truth is I do not know what more distort my image in his mirror, if when I do not understand what he is saying to me or when I think that I am understanding him, but it’s a lie. The strange thing is I would say that communication with him is good, because we say a lot of things along the day, even if  I return to those endless hours of Theory of Communication in its many facets (can not remember how many subjects  along the journalism degree had in his impossible titles the tagline «Communication Theory» but I think they were galore) I realise that some or much fails if the message, trought the most appropriate channel, comes to the receptor with a lot of interference in both directions. Many times, when he can not make himself understood tells me «It does’nt  matter», but it matters because I have not understood a damn shit, so I try to he explain me again.

Then, I met Mariana. I’ve already talked about her. I guess in this post makes sense that I remember her again. In principle, I tryed to meet English people and she is not (She use to say that she is half Spanish and half French, I guess because we all need to appeal to our roots in the places where we are nobody) and yet, I think that, at the end, we found our references in certain individuals.

I remember she started talking about who we are. She is self-defined as a social entrepreneur. When I hear certain terms i can get an idea of ​​what it is and yet, I have to admit that I have no idea. I do not like to go against anybody, but really, after knowing what it does, I would say that Mariana is simply an exciting story, the kind that worth telling, because as I said it is assumed that I am a journalist, but I use to identify myself as «storyteller».

Sometimes I think that I don’t like so much people, but the stories that they carry upon their backs, but of course, at the end, What are we but than all of our stories?

The Mariana’s project called «The Ocean Corner» combines his passion for the ocean with his need to create. Mariana cleans beaches and designs fantastic objects with the garbage collected. But not only that, She is also in contact with people around the world who send the garbage that humans strive to throw to the sea, wich the waves, with their wisdom, bring again to the beach.

Mariana collects garbage, wich she cleans, transforms and becomes art with «vintage» clothes that she have rescued previosly from different places (hats, ties, dresses ..) that eventually become unique garments with sea flavor, each of which just also telling its own story.

Mariana not only creates designs with the garbage spewed to the sea, but also know many of its secrets. She knows where to look for certain things and what kind of elements she will find in this or another beach.

One day she told me that 20 years ago a boatload of Lego toys landed on these shores and, even today, the sea returns many of those pieces of plastic, some of which are part of their creations.

Others creations keep a record about its history, like that an orange hat that belonged to an actress and you can track through its label. Other garments, who knows? but to imagine their history doesn´t seems so hard: trying to decipher who were their owners by the quality of the fabric and design. Now, they tell the story of the sea, about the fishermans that leave their homes to fish, and the animals that live on its shores and leave their shells on the beach, or the desire of human to turn every corner of this planet in a landfill.

And what’s more curious, once all the pieces together in the puzzle bears the signature of Mariana, they continue writing its history. There are creations that traveled to an exhibition, which took part in a fashion show or that were created for a charity gala. Others were created specifically for someone or were inspired by an event, character or story. There is also a photo shoot with exceptional models who wanted to be more than forty years old or be part of a kind of malediction in an ancient cemetery.

«The Ocean Corner» is that place where the circle close all those stories, which I think would be worth counting one by one. It is where our rubbish finds its fairy tale and turns into a swan to remain part of our lives. They are the stories that, at the end, tell who we are.

So when you land in a foreign country where you’re nobody, you end up trying to find your references.

In this gap it does not seem difficult to paint a different picture, but the truth is that, at least in my case, just I drawing the same picture, perhaps because I can not be anything but storyteller.

To be continued…